HOMO PEKINENSIS
El descubrimiento
Durante años los habitantes de la zona vendían a los extranjeros toda suerte de dientes de aspecto extraño o antiguo, pretendiendo que eran dientes de dragón, y el azar se presentó cuando uno de estos dientes fue a dar a manos de un científico sueco, quien, al estudiarlo, lo reconoció como perteneciente a un mamífero extinto.
Se pesquisó el origen de ese diente y se estableció que provenía de una cueva de Pekín. Las investigaciones comenzaron en 1921 en Colina del Hueso del Dragón, un lugar lleno de huesos fosilizados
La desaparición de los huesos
Antes de desaparecer, los fósiles del mundialmente conocido Hombre de Pekín se guardaron en la caja fuerte del Hospital Xiehe de Beijing. En vísperas de la Guerra del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, se propuso trasladarlos a EE.UU. porque el hospital había dejado de ser un lugar seguro. Preciosos fósiles desaparecieron misteriosamente de la sede diplomática de la embajada. Algunos dicen que los fósiles se embarcaron en el trasatlántico “Presidente Harrison” y se hundieron junto con el barco a medio camino; otros dicen que el barco fue capturado por los japoneses y los fósiles se quedaron en Japón. En década de los años 70 del siglo XX, el millonario norteamericano Janusz ofreció una gran recompensa por los fósiles, pero tampoco obtuvo ninguna pista de valor. En 1970, una mujer llamó por teléfono a Christopher, experto en la materia y afirmó que su esposo había guardado los fósiles del Hombre de Pekín. En un libro publicado durante la Revolución Cultural sobre la historia del Hospital Concordia, se afirmaba que los fósiles nunca habían abandonado el país, pero nadie sabía dónde se encontraba el autor. El antropólogo chino, Zhou Guoxing, descubrió hace poco una nueva pista: en vísperas del ataque a Pearl Harbour, un guardia de la embajada estadounidense vio a dos personas enterrar un baúl en el patio de atrás de la sede diplomática. Zhou, quien supuso que en el baúl se hallaban los fósiles, encontró dicho lugar, pero no ha podido realizar la excavación porque ahora hay edificios. Hoy en dia se desconoce el paradero de los huesos. |
Cómo era el hombre de Pekín
Debido a la desaparición de los restos fósiles, los investigadores posteriores sólo han podido contar con los moldes y los escritos hechos por los descubridores. Así, se sabe que su capacidad craneana llegaba a los 1075 cc, un 80% respecto de la del Homo sapiens, y que se trataba de un cazador recolector.
El descubrimiento de restos animales junto a los huesos y la evidencia del uso de fuego, para combatir el frío y para cocinar los alimentos, y de herramientas de hueso y madera, fabricadas con otras de piedra. Los análisis llevaron a la conclusión de que los fósiles de Zhoukoudian y Java pertenecen a la misma etapa de la evolución humana
El hombre de Pekín no era cazador, sino carroñero. No hay evidencia de que el hombre de Pekín usara el fuego.
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